Al igual que los cuentos de las mil y una noches, se asegura que el origen de la masa de hojaldre proviene de Oriente. El hojaldre es una combinación de dos masas: una de agua y otra, el empaste, a base de manteca y un toque de harina. Pero, a decir verdad, la masa de hojaldre parece haber surgido en Francia de la mano de un pastelero llamado Feuillet. Y debe ser así pues, en Francia al hojaldre se lo denomina pate feuillete. La duda sigue en pie pues muchos años antes de que este francés existiera, durante la invasión árabe en la Península Ibérica, las amas de casa españolas aprendieron a preparar la masa árabe llamada bstela (a la que llamaban pastela) que se convirtió  en base a los pasteles españoles que, antiguamente, eran elaborados con masa hojaldrada. Y si de masas en hojas se trata, bien podrían adjudicársela los italianos, ya que tienen su típica sfogliatella napolitana de delicadas capas de masa que envuelven un relleno dulce similar a la crema pastelera. O a los austriacos, famosos por su delicioso y hojaldrado strudel.