El invierno y las bajas temperaturas nos despiertan esa necesidad de ingerir comidas más calóricas. Nada mejor para esos días frios que una copa de vino y un buen Guiso a la Cazadora, hecho de repollo fermentado con carnes y especias, conocido como BIGOS.

El Bigos ocupa un lugar de honor entre los platos de la Cocina Polaca. El repollo o col fermentada (chucrut) es el ingrediente estrella. Una comida sabrosa, llena de aromas que no solo es rica al momento de terminar su cocción, sino que en la medida que pasan los días todos los sabores se integran y se torna cada vez mejor con cada recalentada. ¡Además, algo no menor, el Bigos es súper rendidor! Preparas una olla entera y tenés muchas porciones. 

Una curiosidad sobre el Bigos es que en las primeras recetas conocidas (estamos hablando de recetas del siglo XVII) no llevaba como ingrediente principal el repollo fermentado. Originalmente el Bigos estaba basado en diferentes tipos de carnes que primero se horneaban, luego se cortaban finamente y se complementaban con cebolla, perejil, miel y vino. Se sazonaba con limón o vinagre de vino. Este Bigos basado en carnes era considerado un plato de la nobleza. El reemplazo de parte de las carnes y el ácido del limón por el repollo fermentado le agregó un acidez particular y abarató los costos de la preparación (los cítricos no son oriundos de Polonia, llegaron en el siglo XV, no eran baratos y se utilizaban en esa época como especias para distintos platos) lo que permitió que esta comida típica de la nobleza polaca se popularice y con el tiempo se extienda a todas las clases sociales, convirtiéndose hoy día ésta versión con el repollo fermentado en uno de los más conocidos en la gastronomía polaca. 

Hacemos este plato originario de la nobleza polaca? Les aseguro que podrán sentirse como reyes al momento de probarlo 😊

Smacznego! (buen provecho!!)