Te damos algunos secretitos para el horneado perfecto de tus bizcochuelos.

A la hora de elaborar bizcochuelos caseros, los puntos más importantes para tener en cuenta son: los ingredientes, la masa, el horneado y la conservación.

Los ingredientes

Antes de empezar, hay que tener todos los ingredientes pesados con exactitud. En la pastelería hay que tener las cantidades justas para obtener buenos resultados.

Los ingredientes han de estar a temperatura ambiente, salvo que la receta indique lo contrario, para evitar que la masa se corte en algún momento del batido. Es ideal sacar los ingredientes de la heladera un rato antes de comenzar la elaboración.

El tamaño de los huevos es muy importante. Generalmente, la referencia es la de huevos tamaño M, que pesan entre 55 y 65 gramos por unidad. Si no disponemos de huevos tamaño M, deberemos pesar el huevo que tengamos. Así evitaremos agregar más líquido del necesario a nuestras masas. 

Una pizca de sal mezclada con la harina ayuda a realzar el sabor de las preparaciones dulces.

Si queres convertir una receta de bizcochuelo de huevo en otra de chocolate, solo hay que agregar cacao en polvo y ajustar la cantidad de harina para compensar.

El tipo de harina a utilizar es harina de trigo común o 0000. Hay marcas que añaden impulsor de repostería a la harina, lo que evita tener que agregarlo después. Por lo general, se recomienda utilizar harina de trigo y el impulsor por separado, así controlamos la cantidad que usamos de este último.

El impulsor de repostería es lo que conocemos como levadura Royal. Es el ingrediente correcto para elaborar bizcochuelos, ya que reacciona con el calor durante el horneado.

Para dar un sabor sutil a los bizcochuelos,  es recomendable el uso de esencias, como la esencia de vainilla, o ralladuras de limón, naranja o lima.

La masa

Para que la masa de un bizcochuelo casero sea esponjoso, tiene que tener mucho aire, y lo conseguimos con un batido adecuado.

Batir los huevos enteros con el azúcar es un poco trabajoso, cuesta más montarlos e incorporar en ellos el aire necesario. Si los batimos cerca de una fuente de calor o, incluso, dentro de un cuenco sobre una cacerola de agua caliente, el proceso se acelera y el resultado es excelente. Cuando la masa haya triplicado su volumen y se haya vuelto blanquecina, podemos dejar de batir.

Mediante el tamizado de la harina, también incorporamos aire a la masa. Si realizamos este paso correctamente, no será necesario utilizar impulsor químico. No obstante, si optamos por usarlo, lo tamizamos también junto con la harina.

Es conveniente agregar la harina al huevo batido de forma inmediata, para que no se pierda el aire incorporado, así como remover con mucha suavidad, lo menos posible y de manera envolvente.

El horneado

Una vez lista la masa hay que hornear el bizcochuelo de inmediato. Para ello, deberemos tener nuestro molde preparado y el horno a la temperatura adecuada. Para que la masa no se pegue al molde enmantecamos y enharinamos.

La temperatura adecuada del horno es de 180ºC, viniendo el calor de las partes superior e inferior por igual. El mejor lugar para hornear el bizcocho es el centro del horno y si está colocado sobre una bandeja, mucho mejor que sobre una rejilla.

Es importantísimo no abrir el horno durante el horneado, al menos durante las 2/3 partes del tiempo de cocción. Transcurrido este tiempo, es perfectamente seguro abrir la puerta del horno para chequear el punto de cocción.

En cuanto al tiempo de cocción o de horneado, este es clave para que nuestros bizcochuelos caseros no se sequen en exceso. Siempre debemos seguir las indicaciones de la receta.

La conservación

Una vez cocido el bizcochuelo, pasar el molde a una rejilla  y dejarlo a temperatura antes de desmoldarlo, asegurándonos de que la miga se asienta y no se  desmorone.

Cuando esté bien frío, podemos conservarlo dentro de un recipiente hermético para evitar que se endurezca.

Espero que estos trucos para conseguir que los bizcochuelos caseros salgan esponjosos les sean de utilidad, los pongan en práctica y se conviertan en verdaderos expertos.