La contaminación cruzada es el proceso mediante el cual los alimentos entran en contacto con otros que están cocidos o no y que terminan por contaminarse como resultado del intercambio de sustancias ajenas, generalmente nocivas para la salud. El ejemplo típico de contaminación cruzada se produce cuando un alimento cocinado entra en contacto con la sangre de piezas de carne crudas.

Los problemas comienzan cuando los alimentos se ingieren de forma cruda y no hay ocasión de matar a los microorganismos que están en ellos. La contaminación cruzada es una de las causas más comunes de intoxicación alimentaria, provocando efectos similares a los de una gastroenteritis adicional, tal como diarreas, náuseas, vómitos, etc).

¿Cuáles son los contaminantes?

Los contaminantes pueden ser:

  1. Biológicos: como ser virus y bacterias.
  2. Químicos: Productos de limpieza, fertilizantes, etc.
  3. Físicos: vidrios, plásticos, pelos, etc.

¿Cómo puede ser la contaminación?

La contaminación cruzada puede darse de manera directa o indirecta. La contaminación cruzada directa se produce cuando los alimentos entran en contacto y se contaminan entre sí (alimentos cocinados contaminan alimentos crudos, por ejemplo). La contaminación cruzada indirecta se produce cuando los utensilios de cocina contaminados entran en contacto con alimentos crudos o cocinados.

¿Cómo evitar la contaminación cruzada?

Las medidas más comunes son las siguientes:

  • Procurar separar los alimentos crudos de los alimentos cocidos. No dejar que entren en contacto estos alimentos y asegurarse de que la sangre de la carne roja no toque ningún otro alimento.
  • Lavarse siempre las manos con agua y jabón antes de empezar a cocinar.
  • Al hacer la compra y clasificarla la heladera, separar los alimentos. Organizar en cajones o bolsas diferentes las carnes, los pescados y las aves. Que estos no entren en contacto con el resto de alimentos.
  • Guardar la carne cruda en recipientes herméticos para que la sangre no gotee y no entre en contacto con otros alimentos.
  • A la hora de manipular alimentos, utilizar utensilios diferentes para tratar alimentos distintos. O limpiarlos en profundidad antes de ponerlos en contacto con otro tipo de alimentos.
  • Eliminar los restos de huevo crudo a la hora de servir. El huevo es un alimento que transmite mucha contaminación cruzada y, por lo tanto, es conveniente extremar las medidas de prevención con ellos.
  • Cambiar el trapo de la cocina si ha sido manchado por restos de alimentos crudos.
  • Desinfectar tu cocina de manera periódica. Limpia tu cocina con agua caliente y detergente y así te asegurás de eliminar todos los restos de comida que puedan causar una contaminación cruzada.