El uso de levaduras es frecuente en la repostería y también en la industria alimentaria en general.

Dependiendo del tipo de levadura que elijas, el proceso que vas a provocar puede ser:

  • De fermentación: se lleva a cabo cuando se deja la masa reposar durante unos minutos para que crezca. Es necesaria para que suba el pan, la masa de pizza y similares. Las levaduras de panadería crean este proceso natural para producir la antedicha consecuencia.
  • De gasificación: la lleva a cabo la llamada levadura química y los llamados impulsores. No se produce el efecto del apartado anterior, simplemente se le introduce aire a la masa para que crezca. Te damos más detalles en el apartado de gasificantes.

Dentro de la clasificación de fermentación, encontramos:

  • Levadura en polvo o seca

Se presenta en gránulos, no necesita hidratarse para que haga su trabajo. Con añadirla a los ingredientes de la masa es suficiente. Suele usarse en repostería para la preparación de brioches, empanadas y tartaletas. No aporta sabor, pero sí textura y esponjosidad a las preparaciones.

  • Levadura fresca o levadura de panadería

Se denomina fresca porque hay que guardarla en el frigorífico. En cualquier supermercado es sencillo encontrarla en la zona de refrigerados. Según la terminología, también se denomina levadura prensada. Estos dados de pequeño tamaño son muy prácticos para la elaboración de recetas con algún tipo de masa. Se aconseja su uso en proporción directa a la cantidad de harina utilizada. Es muy práctico diluirla en la cantidad de agua necesaria para conseguir una masa esponjosa. Tras añadirla, no olvides dejarla reposar durante unos minutos antes de hornear. Perfecta para que tus pizzas crezcan de manera más natural. Aportan mucha consistencia y también un sabor agradable que complementará al de tu preparación con acierto y sencillez.

Se puede usar cualquiera de las dos, pero tene en cuenta esta conversion: la levadura fresca es la triple que la levadura seca.

Ejemplo: 15 grs levadura fresca – 5 grs levadura seca

Dentro de la clasificación de gasificantes, encontramos:

  • Levadura química

También denominada polvo de hornear, es la más usada en casa. Se dispensa en sobres y se suele usar en repostería de manera habitual. El contenido se mezcla con los ingredientes y en el horno produce los efectos esperados con mucha facilidad. No es una levadura propiamente dicha, ya que no produce el efecto de fermentación.

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